Por Redacción
Incorporar hábitos sencillos como el lavado frecuente de manos, estornudar cubriéndose con el pliegue del codo, evitar el contacto con personas afectadas por enfermedades respiratorias y mantener la lactancia materna contribuyen a disminuir la transmisión de los virus.
El Ministerio de Salud, Desarrollo y Deportes, ante la época invernal con fríos intensos y la consecuente circulación de virus respiratorios que afectan la salud de personas de todas las edades, recuerda algunas medidas simples de prevención que contribuyen a la disminución de la transmisión de esos virus.
Además, aquellas personas que pertenezcan a grupos de riesgo aún están a tiempo de vacunarse gratuitamente contra la gripe en los hospitales y centros de salud, para de esta manera evitar complicaciones y muerte.
Durante el invierno circulan distintos virus que producen enfermedades respiratorias entre las que se cuentan la bronquiolitis, que afecta principalmente a niños pequeños y lactantes; la enfermedad tipo influenza (ETI) o gripe, las infecciones respiratorias agudas graves (IRAG) y las neumonías.
Es importante que cuando los niños experimenten síntomas como fiebre, mocos o dificultad para respirar, concurran a la consulta médica, y si los bebés enfermos se encuentran decaídos y rechazan el alimento, respiran aceleradamente, con ronquidos o silbidos y se les hunde el pecho al respirar, se debe acudir de manera urgente al centro de salud.
Medidas de prevención que ayudan a mantener alejadas las infecciones respiratorias
- Lavarse las manos con agua y jabón después de volver de la calle, antes de cocinar o comer y después de ir al baño o cambiar pañales.
- No automedicarse. El consumo de remedios sin receta puede producir intoxicación, ocultar los síntomas de la enfermedad, dificultar un diagnóstico correcto y empeorar el cuadro clínico.
- Mantener reposo en la casa mientras continúen los síntomas.
- Cubrirse la boca al toser o estornudar con un pañuelo descartable o con el pliegue del codo para evitar contagiar a otros.
- Cuidar el aire interior de las viviendas, evitar el humo de cigarrillo o de leña, y ventilar las habitaciones donde hay brasas o una llama, porque producen un gas venenoso, el monóxido de carbono, que no se ve ni tiene olor.
- Cuidar la casa de la humedad, evitando que se junte vapor en los ambientes para que no se desarrollen bacterias o moho.
Para prevenirlas en bebés y niños
- Tener las vacunas incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación al día y llevarlos periódicamente al control médico.
- Lavarse las manos antes y después de atenderlos y también lavarles las manos a los niños.
- Evitar el contacto de los niños con personas afectadas por enfermedades respiratorias.
- Acostarlos boca arriba siempre.
- Darle la teta al bebé al menos hasta los seis meses e incrementar la lactancia materna en caso de que el bebé se enferme y tenga pérdida de apetito.
- No usar repelentes en menores de dos años.
Brindarles el abrigo necesario
- Evitar el abrigo excesivo y el uso de frazadas o mantas que lo puedan sofocar.
- No darles medicamentos sin receta, ni remedios caseros o tes de ningún tipo.
- Además, para evitar las intoxicaciones por monóxido de carbono, es importante dejar siempre una ventilación en todos los ambientes.
Un bebé necesita atención médica cuando:
Respira rápido y con silbidos o ronquidos.
- Se le hunde el pecho al respirar.
- Presenta decaimiento y rechaza el alimento.
- Tiene alta temperatura corporal (+ de 38ºC).
El riesgo es mayor si tiene menos de tres meses, tiene bajo peso o es prematuro.
Fuente: Gobierno de Mendoza.-